domingo, 6 de julio de 2008

AHORA Y HOY 2da EDICIÓN


Ahora y Hoy

Por: Zaira Liszt Luebbert Salmán.

“un pobre es un aborto de la vida”: Carlos Abascal Carranza.

El pasado viernes 28 de septiembre se conmemoró el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, pero salvo una pequeña nota perdida en “blancos” --interiores-- de algún periódico curioso, el asunto no fue consignado en ningún medio estatal ni local; como quien dice, pasó de noche.
¿Fue por desinterés periodístico o simple casualidad? En realidad no fue una cosa ni la otra, porque la agenda mediática nacional y en ocasiones la estatal es impuesta por el poder público y el tema del aborto siempre ha sido tabú entre la clase política, más que por cuestiones éticas por temor al “castigo” de un sector conservador y religioso al que se identificó erróneamente con una mayoría de votantes católicos.
Una prueba elocuente la Guerra Sucia previo a elecciones de jefe del gobierno del Distrito Federal, donde la jerarquía yunquista liderada por industriales de la fe como el exsecretario del trabajo foxista Carlos (Monseñor) Abascal Carranza, utilizó en el Distrito Federal la despenalización del aborto para infundir odio y rechazo a los partidos que la impulsaron, aunque el resultado allí está a la vista de todos: La jerarquía antiabortista encabezada por el Partido del Yunque y Acción Nacional fue derrotada y el esposo de Mariagna Prats es el jefe de gobierno capitalino.
El especialista del tema Javier Flores (La Jornada, 06/19/2007) escribió: “El aborto es una realidad. Se practica desde la antigüedad, como lo testimonian los textos hipocráticos, escritos desde los siglos V y IV aC. Forma parte, desde tiempos ancestrales, de la realidad cotidiana de las mujeres. No es casual que la mayoría de las que han solicitado la interrupción de sus embarazos, desde que fueron aprobadas las reformas al Código Penal en el Distrito Federal, sean católicas y, se podría proponer, de diferentes ideologías o filiaciones partidarias. Si pudiéramos hacer a un lado las hipocresías, podríamos preguntarnos por qué, las mujeres con ideologías que no son de izquierda, no tienen siete hijos en promedio, si de acuerdo con la Iglesia, todos los anticonceptivos son abortivos. Si habláramos con la verdad (lo cual es difícil en nuestro medio), en todas las familias, sin excepción, hay experiencias de abortos. Si no….que alguien tire la primera piedra”
En América Latina ocurren 4 millones de abortos clandestinos al año, y sólo el 5 por ciento de los países cuentan con autorización para el aborto por ciertas causales, mientras que en Europa el 87 por ciento de las naciones autoriza esa práctica, razón por la cuál, según la Organización Mundial de la Salud, mueren 68 mil mujeres por complicaciones secundarias a abortos inseguros o mal practicados, por eso no equivocó la Organización Panamericana de la Salud al indicar que el Aborto Inseguro es la primera causa de mortalidad materna en América Latina.
Si en el mundo hubiera una enfermedad capaz de matar a la mitad o a la cuarta parte de 68 mil gentes en un año, además del pánico generalizado por razones obvias, las autoridades sanitarias de todos los países trabajarían en responsable coordinación para enfrentar la mortandad y yugular tan enorme daño.
Sin embargo, tan dramática situación parece no importar a los países miembros de la Organización Mundial de la Salud, quizá porque se trata simplemente de mujeres y, además, mujeres pobres.
En cifras mexicanas, el Consejo Nacional de Población (CONAPO) determinó que “el aborto representa la cuarta causa de muerte de mujeres en edad reproductiva en nuestro país” por ello es considerado un Problema de Salud Pública.
Pero no quiere hablarse de ello porque además de ser una de las principales causas de enfermedad y muerte relacionada con la reproducción en las mujeres mexicanas, refleja de manera drástica las inequidades sociales, porque en esencia una mujer pobre corre mayor riesgo de enfermar y morir que aquellas que se encuentran en posibilidad de practicarse un aborto en condiciones seguras.
Tan cierto es lo anterior que muchas jóvenes de muy buenas familias que salieron con su “domingo siete” saben que tener visa gringa y unos 500 dólares en la mano es la diferencia entre ser Madre Soltera o una “adorable señorita en edad de merecer” luego de un viajecito finsemanero a Tucson.
Expertos aseguran que la despenalización del aborto y el acceso generalizado de las mujeres a servicios de salud sexual y reproductiva disminuiría el número de muertes y de secuelas graves que producen en México los abortos inseguros pero a la fecha, con excepción del Distrito Federal que con fecha 25 de abril de este año despenalizó el aborto durante las 12 primeras semanas de gestación, todavía es delito su práctica en el resto del País.
Sin embargo, las causales de penalización del aborto son diferentes en los distintos estados de la República; en Tlaxcala, región con de gran atraso educativo y científico-técnico, incrementó recientemente los castigos a las mujeres que se procuren un aborto, pero en Estados como Yucatán cuenta con una de las legislaciones más avanzadas, pues entre las causas exentas de penalización se encuentran los factores socioeconómicos; como quien dice se trata de varios México.
En Sonora, como ahora ¿pasará desapercibido los años siguientes el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe?

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